Ocho lecciones claves de GIJC19

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La 11 Conferencia Global de Periodismo de Investigación, celebrada la última semana de septiembre en Hamburgo, Alemania ha sido la más numerosa en su historia: 1.7000 periodistas de más de 130 países.

Entre ellos hubo más de 70 periodistas de América Latina y España. Muchos de ellos participaron como ponentes, dieron talleres prácticos sobre las mejores técnicas de investigación y debatieron sobre los retos y aprendizajes que enfrentan a futuro. Fue una magnífica oportunidad para conocer y acercarse a otros, forjar nuevas alianzas y proyectos.

Aquí hay ocho lecciones -entre tantas- derivadas de una conferencia que, como ninguna otra, permite un intercambio que va mucho más allá de las conversaciones regionales. 

1. María Ressa y Rappler: inspiración necesaria

La periodista filipina Maria Ressa empezó a llorar de la emoción antes de subir al escenario, ante un teatro lleno y de pie, que no paraba de aplaudirla. Dio un discurso magistral sobre los desafíos que enfrentan ella y su equipo de reporteras en Rappler, ante los intentos de censura y persecución por parte del gobierno de Duterte.

“El ataque contra uno es un ataque contra todos”, advirtió ante muchos reporteros que también son acosados en distintos lugares del planeta, tanto por gobiernos autoritarios, como por actores armados o poderosos que los enfrentan en los tribunales a través de sus oficinas de abogados. Ressa brilló por su claridad mental y moral. Y dejó muy claro por qué es un símbolo de resistencia y valentía, y una inspiración necesaria en medio de tanta incertidumbre y pesimismo. 

Minutos después de que ella terminara su discurso, Patricia Evangelista, una de las reporteras de su equipo -quien ha investigado miles de ejecuciones extrajudiciales desde que Duterte llegó al poder y puso en marcha su política de “mano dura”- sería una de las ganadoras del premio Shinning Light.  

2.  La fuerza y el valor de las mujeres

Diez mujeres periodistas de distintos puntos del planeta (Martha Mendoza, Patricia Evangelista, Minna Knus-Galan, Marcela Turati, Miranda Patrucic, Juliane Löffler, Shiori Ito, Oriana Zill, Asha Mwilu, Alejandra Xanic VB) hablaron con franqueza sobre algunos de los momentos más difíciles en sus carreras: violaciones, colapsos físicos y psicológicos, sexismo, poder, impacto, inseguridad, presión, trauma, o cómo han llevado la maternidad, entre otros.

Más allá de las grandes historias que han revelado -y por las que las han premiado tanto- compartieron de manera muy íntima algunas anécdotas, experiencias y lo que han aprendido de ellas con un auditorio lleno de cientos de reporteras. Lamentablemente, había muy pocos hombres. Se perdieron de un momento importante -raro en la mayoría de conferencias profesionales- en donde quedó demostrado lo necesario que es hablar con honestidad -y mucha valentía- sobre las sombras, lo que se esconde o se niega en el oficio. Todas las que tuvimos el privilegio de escucharlas, las aplaudimos a rabiar. 

3. El gran impacto de los pequeños

El equipo que lidera Gustavo Gorriti en IDL Reporteros, y su editora, Romina Mellla, es de apenas 6 personas. Son pocos pero han sido contundentes al destapar el escándalo de Laja Jato y Lava Juez en el Perú (por eso se llevaron el premio Shinning Light Award en la categoría medios pequeños) y también al liderar un trabajo en equipo con otros periodistas de la región para lograr revelar los alcances de la red de corrupción en otros países de América Latina. El CPI de Puerto Rico fue otro de los medios pequeños que compartió su experiencia, sobre el impacto que tuvo su investigación con los chats secretos del gobernador Ricardo Roselló. Jamás se imaginaron que miles de personas saldrían a las calles a exigir su renuncia.

4. Colaboración, colaboración, colaboración

Quizás fue una de las palabras más pronunciadas por asistentes, panelistas, y también en las sesiones de networking- hubo algunas oficiales convocadas por GIJN por idiomas, género o por temas de interés- pero también se fueron armando algunos grupos informales a través de la aplicación Whova, que permitía a unos y a otros encontrarse virtualmente y luego acordar una cita posterior en un pasillo, un salón de clases o en un bar. Lo clave era buscar aliados confiables para investigar juntos -incluso la muerte de reporteros- ante un clima cada vez más hostil y con recursos limitados para hacer periodismo. Ante este panorama, mejor colaborar que competir.

Ya es conocido y celebrado lo que hacen las grandes redes estructuradas como ICIJ o OCCRP, con proyectos de investigación transnacionales y ambiciosos, dede hace varios años. Lo novedoso y mucho más interesante fue encontrar que han florecido otras redes regionales hechas con menos recursos pero mucho empuje y pasión, como la africana que surgió con AfricaLeaks, o la asiática que ha investigado tráfico de animales y esclavitud humana. En América Latina ya hay varias redes trabajando juntas para facilitar la colaboración, entre ellas algunas nuevas como Salud con Lupa o Clip, y otras que vienen trabajando desde hace varios años como Connectas.

5. En busca de la sostenibilidad

Nadie sabe cuál es la fórmula mágica para que el periodismo pueda ser sustentable, pero muchos la están buscando. Los medios pequeños e independientes, sin ánimo de lucro, dependen sobre todo de fundaciones y auxilios internacionales. Algunos están ensayando modelos mixtos y buscando apoyarse, cada vez más, en sus audiencias y lectores a través de campañas de crowdfunding o suscripciones. Se habla de un cambio de mentalidad necesario. Nada bueno es gratis, ni para siempre.

5. Contra la desinformación

¿Cómo saber si una noticia es falsa o verdadera? ¿Cómo saber si los trolls de una campaña de matoneo en línea están organizados o financiados? ¿Qué herramientas nos ofrecen las mismas redes sociales para desmontar los bulos y mentiras que circulan en la red? ¿Cómo no contribuir desde el periodismo a un mal clima informativo y manipulaciones políticas masivas? Fue un tema latente a lo largo de toda la conferencia, tanto en talleres prácticos, y muy taquilleros, como el de Craig Silverman, de Buzzfeed, como en varios paneles donde fue un eje central de la discusión: en todas partes está en jaque el mismo concepto de “verdad” y de “hechos”, bloques fundamentales con los cuales trabaja el periodista.

6. Arma tus propias base de datos

Los datos lo son todo (y cada vez más los algoritmos y lo será la inteligencia artificial) por la manera como están siendo utilizados -y abusados- por quienes están en el poder y toman decisiones. Por eso son elementos indispensables en cualquier investigación, no son simplemente “cifras de contexto”.

Sin embargo, el acceso a ellos es desigual en distintas partes del mundo. En muchos casos están disponibles por un breve tiempo y luego desaparecen. Y, en varios países, los oficiales tampoco son confiables. ¿Entonces? La lección clave de muchos de los paneles y talleres -algunos con las últimas herramientas, técnicas, maneras de visualizarlos, limpiarlos, procesarlos y de interpretarlos- es que a veces hay que empezar por construir las mismas bases de datos. Desde cero. Nadie dice que es fácil, pero sí que es necesario.

Sin datos no existiría la investigación del colectivo A dónde van los Desparecidos y Quinto Elemento sobre las 2.000 fosas mexicanas, que fue finalista del Shining Light y días después se llevó el premio Gabo.

7. Contra el crimen

Entre usted y escoja qué tipo de criminal quiere investigar. Hay muchos, de varios tipos y están en todas partes. Hasta en Islandia. Y lo único que no quieren es que un periodista se atraviese en sus proyectos -a veces son negocios multimillonarios, a veces son planes políticos y en muchas ocasiones una combinación de las dos- así que hay que prepararse bien para desenmascararlos.

Conviene también documentarse sobre el modus operandi y patrones que se repiten-es asombroso cómo las ejecuciones extrajudiciales de El Salvador, Venezuela y Filipinas tienen elementos en común. O cómo los traficantes de migrantes en tres continentes distintos operan de formas parecidas.

Sobre este tema hubo varios paneles, talleres prácticos, y ejemplos de trabajos que han logrado exponer a estos súper poderosos y las maneras cada vez más ingeniosas como esconden sus fortunas.

8. Las posibilidades y dificultades del exilio

En la conferencia había periodistas de Siria, Turquía, Yemen, pero también de países latinoamericanos como Nicaragua y Venezuela, como los reporteros de Armando.info, que han tenido que salir al exilio. En otros tiempos, eso significaba el fin del trabajo para estos reporteros. Pero ahora, con la posibilidad de trabajar de manera remota, de hacer periodismo colaborativo con quienes aún están en el país, hay mucha discusión sobre las posibilidades y también dificultades que implica ejercer el oficio cuando no se puede volver al país de origen.

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