La XI Conferencia Global de Periodismo de Investigación (#GIJC19) comenzó con una plenaria sobre las posibilidades y retos que vienen para los reporteros en los próximos cinco años.
Sheila Coronel, rectora de asuntos académicos de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, conversó con Marina Walker, directora de iniciativas estratégicas del Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación, Reginald Chua de Reuters, Zaffar Abbaz de Dawn.com en Pakistan, Drew Sullivan editor del Organized Crime and Corruption Reporting Project, Catherine Gicheru del Wanadata Network pan africano y ANCIR, y Cordula Meyer, editora nacional de DER SPIEGEL.
La inteligencia artificial será clave para el periodismo de investigación, dijo Marina Walker y, de entrada, tranquilizó a quienes piensan que los computadores van a reemplazarnos. Es todo lo contrario, serán nuestros mejores aliados. Solo las máquinas pueden ayudarnos a entender los algoritmos que los poderosos utilizan para generar nuevas formas de exclusión y manipulación. Hay que aprender a usarlos para procesar cantidades enormes de datos, documentos, audios, imágenes y así aprovechar mejor el tiempo para reportear en el terreno.
El futuro será colaborativo o no será. Según Drew Sullivan, lo que se necesita son mejores herramientas que permitan a los periodistas en distintos lugares conectarse mejor entre ellos, pero también con las audiencias. Ellas serán fundamentales para lograr una sostenibilidad -que ante la crisis del modelo de negocio en todas partes- es uno de los grandes retos a corto plazo.
“Los tiempos han cambiado”, dijo Reginald Chua. Los medios tradicionales tenían un departamento paralelo -o varios- que se encargaban de lo que llama la “plomería” (administración, sistemas, financiación, infraestructura). Ahora muchos periodistas tienen que ser también emprendedores y encargarse de todos estos asuntos también, para que no existan atascos luego. Y, sobre todo, para poder seguir haciendo el tipo de periodismo que cuestiona y vigila el poder.
Zaffar Abbaz, director de Dawn en Pakistán, lleva muchos años enfrentándose a distintos poderes. Esto no va a cambiar, al contrario. Los autoridades estatales, las grandes empresas y negocios, pero también los grupos extremistas (que acusan a los reporteros de ser anti patrióticos en todas partes) continuarán oponiéndose al trabajo que hacen. “Pero nadie puede pararnos si hacemos bien nuestra labor: un periodismo basado en hechos”.
Durante años, los periodistas de países desarrollados le han dicho a los periodistas del “tercer mundo” cómo deben hacer su oficio. Ante el auge de figuras autoritarias en Europa y Estados Unidos, quizás sea ahora el turno de que los periodistas del “sur global” le cuenten a los demás cómo han encontrado maneras ingeniosas de hacer su oficio frente al autoritarismo y de seguir conectándose con sus comunidades cuando más los necesitan. El auditorio lleno la aplaudió cuando dijo: “¿Podemos conversar? En vez de que tú me enseñes a mi, ven te enseño yo a ti”.
Ante la tendencia a una mayor polarización política en todas partes y a un cuestionamiento del mismo significado de lo que es la verdad en muchos países que creían que tenían ciertas prácticas democráticas ganadas -como Alemania- los periodistas tienen que hacer un mayor esfuerzo por acercarse al público, por recordarles el valor de lo que hacemos. Hay que buscar a los más jóvenes, hay que buscar a los escépticos, explicó Cordula Meyer de Der Spiegel. “Si la evidencia ya no vale nada para el público, entonces nuestro trabajo no vale nada”.